El «segundo nombre» del juego siempre ha sido polémico: juego didáctico, juego educativo, juego tecnológico… cuando seguramente el juego sea nombre único. La mayoría del origen de su nombre compuesto viene por el uso que se hace de su potencial. El juego por sí solo tiene tanta importancia que está reconocido como uno de los derechos de la infancia, cuya conmemoración hemos celebrado esta semana.
La tecnología y el juego se unen en diferentes momentos: un juego tradicional plasmado de forma interactiva, el uso de la red para difundir el juego (como el caso de «jugamos una»), juegos on line y un largo etcétera, así como muchas perspectivas desde las que se puede analizar. En esta conferencia de TED, Daphne Bavelier explica como responde el cerebro ante los videojuegos rompiendo muchos de los mitos que existen sobre lo nocivo que pueden resultar. Ella sostiene que, en un uso adecuado, potencia la atención, la estrategia o la capacidad para atender a múltiples tareas en un mismo momento.
Este vídeo se utilizó para abrir el debate en las asignaturas de «Recursos Didácticos y Tecnológicos aplicados a Ed. Primaria» y «Recursos Didácticos y Tecnológicos aplicados a Ed. Infantil» en el CMI sobre el valor de los videojuegos. La mayoría del alumnado juega desde su infancia a juegos interactivos en consolas, ordenadores o dispositivos más recientes y lo sienten como parte de su desarrollo personal. Son conscientes de los problemas que conllevan su abuso, aunque también entienden su potencial. A jugar se aprende jugando y ellos saben mucho. Las teorías pedagógicas surgidas a partir de los movimientos de la Escuela Nueva ya reconocían y utilizaban el juego dentro de la acción educativa, así que no hay nada nuevo aunque sí aspectos muy novedosos a la hora de introducir el juego en educación y otros ámbitos, como es el caso de la gamificación.
Lo que queda claro cada vez que se habla de juego en educación, es lo importante que resulta incluirlo en el día a día de cualquier persona a cualquier edad. Jugar es pensar, imaginar y crear. ¡A jugar!